CXVIII Práctica de Sintaxis. Epitafios célebres
Despedimos el año con una práctica de sintaxis dedicada a epitafios de celebridades.

Mejores epitafios
- Si buscáis los máximos elogios, moríos. Enrique Jardiel Poncela
- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo. Pablo Escobar
- Cada uno es dueño de los demonios que lleva dentro. Jim Morrison
- No envidiéis la paz de los muertos. Nostradamus
- Esto es todo, amigos. Melvin Jerome Blanc
- Una tumba es suficiente para quien el Universo no bastara. Alejandro Magno
- Perdonen por mi polvo. Dorothy Parker
- Esto es lo que les pasa a los chicos malos. Alfred Hitchcock
- Ya decía yo que ese médico no valía mucho. Miguel Mihura
- Iros, estoy durmiendo. Joan Hackett
- Desapareció en combate, apareció aquí. Coronel Francis Chartres
- Méteme, Padre Eterno, en tu pecho. Miguel de Unamuno
- Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga. Johann Sebastian Bach
- Soy escritor, pero nadie es perfecto. Billy Wilder
- Al morir échenme a los lobos; ya estoy acostumbrado. Diógenes
- Todo el mundo ama a alguien alguna vez. Dean Martin
- Perdonen que no me levante. Groucho Marx
- Parece que se ha ido, pero no es cierto. Cantinflas
- Estoy listo para encontrarme con mi creador. Winston Churchill
- Estoy en el último escalón de mi vida. Marlene Dietrich